martes, 18 de noviembre de 2008

¿Por qué me complicaré tanto la vida?


Bienvenidos de nuevo a este mi blog-diario. Hace mucho que no escribo, más que nada por pereza, ya que argumento habría tenido para editar una novela en este tiempo. Con las entradas anteriores espero que hayáis tenido el gusto de poder conocerme. En las que siguen comenzaré a narrar las historias que últimamente me acaecen.

Todo empieza por los defectos. Todos tenemos defectos, unos más y otros menos, unos más graves y otros más leves, pero todos los tenemos. Si me preguntaran cuál es el mío respondería que el caos, por excelencia. Llevo una vida dispar, cosida a parches con poca o nula conexión, con una trayectoria difusa y discontinua que a veces es difícil de remachar. A menudo me dicen que el caos es un defecto, digamos, leve, ya que sólo me afecta a mí. Nada más lejos de la realidad. No conforme con lo que supone en mi vida, lo siembro allá donde voy. No hay nada que me duela más que ver sufrir a los que me rodean y, sin embargo, no puedo dejar de hacerlo inconsciente e indirectamente sólo por el hecho de llevar la vida que llevo, sólo por existir a su alrededor. Cuando el caos se apodera de mi vida forma una ola extensiva que acaba gobernando el mundo que me rodea, incluidos aquellos a quienes más quiero.

Preguntaréis a qué viene esto. Bueno, en realidad es un asunto complejo. Se trata de la situación a la que he llegado estos últimos meses, fruto de lo que he hecho y de lo que he dejado de hacer. A priori no parece grave, pero poco a poco he observado cómo ese caos se me escapaba de las manos para extenderse cual cáncer destructivo a todo mi alrededor, haciendo que algunas personas en concreto sufran por él más de lo que se merecen. Y eso me duele mucho. Me duele porque es mi desidia lo que me ha conducido a esta situación. Me duele porque me encuentro desbordada y no sé cómo solucionarlo. Me duele porque veo que a mi alrededor hay gente que sufre por ello y, sobre todo, me duele porque es mi responsabilidad, y no la suya, la de cargar con lo que esto acarree.

En fin... no quiero adelantar acontecimientos, ya que el lío que he armado da para varias sesiones, y no pretendo aburrir a nadie. Iré contando por capítulos los ingredientes que conforman esta situación y... de momento, el siguiente tendrá que esperar a mañana.

Saludos a todos, y feliz retorno,

Amazona